La sistematización de la violencia ante la protesta social
Foto: AFP. Entrevista al profesor y fotoperiodista Marcos Sierras en la tensa manifestación de jubilados del pasado 4 de septiembre en la Ciudad de Buenos Aires. Jornadas de tumulto y escándalo se viven en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todos los miércoles a las 15 horas se lleva a cabo el histórico reclamo de […]
Foto: AFP.
Entrevista al profesor y fotoperiodista Marcos Sierras en la tensa manifestación de jubilados del pasado 4 de septiembre en la Ciudad de Buenos Aires.
Jornadas de tumulto y escándalo se viven en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todos los miércoles a las 15 horas se lleva a cabo el histórico reclamo de los jubilados y pensionados en cercanías del anexo del Congreso de la Nación Argentina.
Últimamente los miércoles vienen siendo días de represión. Sobre lo acontecido el pasado miércoles 4 de septiembre, el día de la conversación radiofónica, Marcos relató: “Apenas empezó a concentrar la gente, nuevamente la represión, gasear a jubilados, jubiladas, golpear a jubilados y jubiladas otra vez, situaciones realmente terribles las que se vivieron hoy. Muy, muy parecidas a las del miércoles pasado, nada más que dispersas en el tiempo y en el lugar, porque se dieron en varias cuadras adyacentes a Congreso”.
Por lo que mencionó nuestro interlocutor, en aquella manifestación se dio una persecución a la ciudadanía por parte de policías federales solo identificados con un rompeviento. Sobre esto, Sierras manifestó: “Por lo menos no tenían su nombre a la vista, sólo estaban identificadas con un rompeviento azul, como si fueran de la brigada, que marcaban a manifestantes y a jubilados que se estaban manifestando allí”. La tarea era la de marcar a las personas que se manifestaban.
“Hubo todo una situación de violencia donde los propios manifestantes, las compañeras y compañeros jubilados, salieron a defender a personas que estaban paradas allí, que fueron marcadas y realmente golpeadas sin ningún tipo de situación que ameritaba el uso de la violencia, porque no estaban haciendo nada, ya había prácticamente terminado la manifestación, había una desconcentración generalizada. Así que un hecho inaudito, increíble” agregó Sierras.
En su relato, el columnista contó como Gendarmería corría a personas de 75 y 80 años. “Por ejemplo una señora muy, muy mayor, pero muy mayor, que fue brutalmente golpeada y pisoteada por la Gendarmería, porque no alcanzaba a cruzar la calle, para que la Gendarmería no la agarre, y quedó atrapada en esa columna” expresó el periodista a modo de ejemplo sobre lo que sucedió en esa jornada.
A su vez a lo largo de la conversación el columnista advierte sobre la deshumanización a la que nos estamos acostumbrados a presenciar como ciudadanos. “Pero en este caso más organizada, más sistematizada” puntualizó Marcos Sierras. Todo este accionar del gobierno lo que está logrando es que poco a poco todo el campo popular se una.
Una semana después de la emisión de esta columna radial, el pasado 11 de septiembre, una niña de 10 años fue afectada por el gas pimienta lanzado por la policía.
“Las fuerzas de seguridad en su amplio espectro están comportándose casi como si fuesen bandas callejeras” exclamó nuestro interlocutor, que viene presenciando como se agrava la situación de violencia callejera en los operativos de seguridad, aplicados y ejecutados tanto por el Ministerio de Seguridad de la Nación, como por el Ministerio de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “En generar hay provocadores de uniforme, también los hay sin uniforme. Pero ya ni siquiera se toman la molestia de provocar, o lo que uno en otro momento diría son infiltrados” añadió.
El uso de armas “no letales” por parte de las fuerzas de seguridad también es una realidad. En referencia a esta cuestión, el columnista expresó: “No es que no son armas letales, sino que todo lo contrario, digamos, son armasen todo caso menos letales, que hay que usarlas con un protocolo de actuación, con cierta distancia, y con cierta precaución, y específicamente en determinadas circunstancias. Bueno, las fuerzas federales, que obedecen a Bullrich, y también por supuesto la Policía de la Ciudad hacen uso y abuso de esas armas, y lastiman a gente de manera muy, muy seria”.
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